México se ubicó entre el segundo y cuarto lugar mundial en ciberataques, y los fraudes digitales superaron los 8,000 millones de dólares en pérdidas el último año. Un solo incidente corporativo puede costar más de 4.8 millones de dólares, sin contar el impacto silencioso en la reputación: basta un clic para que un cliente decida abandonar a una empresa que no protege adecuadamente sus datos.
En este contexto, los ataques dejaron de ser un problema del usuario final. Hoy combinan ingeniería social, manipulación psicológica, robo de identidad, infiltración laboral y hackeo estructurado, afectando a empresas de todos los tamaños en México.
El riesgo real: el delito inicia en un mensaje, una llamada… o un descuido interno
Los ataques más comunes ya no implican fuerza bruta tecnológica, sino comportamientos cotidianos:
Como señala Antonio Fajer, CEO de Pentafon, la amenaza no solo viene del exterior: “Muchos robos se generan internamente. Sin certificaciones, los datos de tus clientes quedan expuestos, y hay mafias completas dedicadas a vaciar cuentas con esa información”.
Las empresas sin certificaciones están expuestas hasta 90% más a sufrir fraude
De acuerdo con la nota, la mayoría de los ataques pudieron haberse evitado si las organizaciones hubieran contado con infraestructura segura. Certificaciones como:
Son las únicas que realmente blindan operaciones de alto riesgo.
No son fáciles ni baratas de obtener, pero —como afirma Fajer— “es mucho más caro caer en un ataque que prevenirlo”.
La IA: el escudo más poderoso… y también la amenaza más peligrosa
Pentafon utiliza la IA para combatir infiltración interna y ataques sofisticados:
Pero la misma tecnología que protege también potencia a la delincuencia: clonación de voces, perfiles sintéticos, algoritmos para evadir controles bancarios. Por eso el uso de la IA exige ética, protocolos estrictos y certificaciones reales.
Infraestructura certificada: la diferencia entre continuidad y caos
Sin centros certificados y sin controles de seguridad, los datos quedan expuestos y el riesgo aumenta exponencialmente. Por eso Pentafon sostiene que la prevención es hoy una decisión estratégica:
Pentafon: la importancia de operar con certificaciones que sí protegen
La nota refuerza una realidad clave para los tomadores de decisión:
en un país con uno de los índices de ciberataques más altos del mundo, solo la infraestructura certificada y la IA auditada pueden sostener operaciones de misión crítica.
Por ello, Pentafon opera con:
Esta combinación permite prevenir tanto fraudes externos como internos, garantizando que la información de clientes y empresas se mantenga segura y operando bajo los más altos estándares internacionales.
La extorsión digital ya no es un delito aislado: es una amenaza estratégica para las empresas mexicanas.
La única defensa real es contar con:
En un país donde los ataques cuestan miles de millones y la reputación puede desaparecer con un clic, Pentafon se consolida como un aliado capaz de proteger transacciones, operaciones y datos sensibles con tecnología, certificaciones y vigilancia continua.