En México, el video marketing ha consolidado su liderazgo como la herramienta preferida para captar leads y consolidar relaciones con el público. La rápida digitalización, la explosión del consumo móvil y el dominio de los formatos cortos obligan a las marcas a renovar sus estrategias con datos duros y acciones precisas. A continuación, desglosamos estrategias actualizadas, respaldadas por estadísticas recientes y casos de éxito, ideales para empresas que buscan destacar en el mercado mexicano entre 2025 y 2026.
Los videos de menos de 60 segundos lideran el engagement en plataformas como TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts. En México, TikTok supera los 85 millones de usuarios adultos, lo que permite a las marcas alcanzar audiencias masivas con contenido dinámico, auténtico y fácil de consumir.
Ejecutar retos virales, colaborar con influencers locales y aprovechar hashtags de tendencia aumenta la visibilidad y captura leads de manera orgánica. Incluso las empresas B2B están adoptando este formato para humanizar su marca y conectar con públicos más jóvenes.
Los medios digitales ya representan el 54% de la inversión publicitaria en México y se espera que alcancen el 57% en 2025, impulsados en gran medida por el video[1]. A nivel global, el gasto en publicidad digital crecerá 10.1% este año, superando los 765 millones de dólares.
Las marcas que priorizan el video en sus campañas no solo incrementan su alcance, sino que también logran mejores tasas de retención y conversión, especialmente cuando el contenido está optimizado para dispositivos móviles.
YouTube tiene más de 83.6 millones de usuarios en México en 2025, convirtiéndose en una de las plataformas más estratégicas para videomarketing[6]. El 63% de las empresas que se anuncian en línea lo hacen en YouTube, y el 49% de los marketeros planea incrementar su inversión en esta red.
El costo por vista (CPV) promedio en YouTube es de $0.026 USD, mientras que el costo por clic (CPC) ronda los $0.49 USD, cifras competitivas para campañas de generación de leads.
La economía del creador en México creció 87% en 2023 y se proyecta que el mercado de influencers alcance los 343.7 millones de dólares en 2025[3]. En Instagram, México cuenta con aproximadamente 671,000 influencers, mientras que en TikTok los pagos por video patrocinado varían entre 20 y 150 dólares para microinfluencers.
Las colaboraciones con creadores permiten a las marcas acceder a comunidades segmentadas y generar leads altamente cualificados, gracias a la autenticidad y credibilidad que aportan estos perfiles.
El 42.6% de la población mundial verá videos en su móvil en 2025, tendencia que se replica en México con fuerza. Optimizar el contenido para pantallas pequeñas, subtítulos, carga rápida y mensajes directos es clave para no perder oportunidades de captación.
Los retos virales y el contenido participativo no solo generan engagement, sino que multiplican el alcance orgánico. Un caso emblemático es el de una cadena de comida rápida que logró millones de vistas orgánicas con un reto de receta en TikTok.
Las marcas deben monitorear tendencias, adaptarse rápidamente y proponer retos alineados a sus valores y objetivos de negocio.
No todos los videos deben perseguir la venta directa. Segmentar el contenido según la etapa del customer journey (awareness, consideración, decisión) permite nutrir leads con información relevante y avanzarlos en el embudo.
El uso de análisis de datos y herramientas como Google Analytics ayuda a personalizar los mensajes y aumentar la efectividad de las campañas.
Monitorear métricas como vistas, retención, CTR, conversiones y costo por lead permite ajustar estrategias en tiempo real y maximizar el presupuesto.
El contenido educativo (webinars, tutoriales, casos de éxito) no solo posiciona a la marca como autoridad, sino que atrae leads con mayor intención de compra. Incluir formularios de registro en estos videos es una práctica efectiva para construir bases de datos cualificadas.
Integrar videos en flujos de email marketing, chatbots y campañas de remarketing asegura que los leads no se pierdan en el camino. La automatización permite nutrir contactos con contenido relevante en cada etapa, incrementando las probabilidades de conversión.